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Los arcabuceros de Dubrovnik

No hay ningún evento de relevancia en Dubrovnik que se pueda imaginar sin la participación de los arcabuceros de Dubrovnik….
Los arcabuceros de Dubrovnik

…que portan al hombro esas armas de fuego cortas y anchas que pueden asustar al oído no acostumbrado y que “alertan” a los locales de que algo de relevancia está ocurriendo en la ciudad.

Como por ejemplo el comienzo de la fiesta de San Blas, protector de la ciudad, el 3 de febrero cuando en el interior de los muros se juntan numerosos creyentes de los alrededores cercanos y no tanto, para asistir a la procesión, con los pendones de sus parroquias y ataviados con los trajes tradicionales de Primorja, de la Provincia de Dubrovnik o de Konavala que rescatan para la ocasión de los baúles más antiguos de sus familias. En el día de San Blas por la mañana, antes que nadie, los arcabuceros de Dubrovnik se personan en Brsalja donde disparan las salvas en la entrada de la ciudad, marcando el comienzo de esta fecha de tanta relevancia para Dubrovnik. Dentro de las murallas nunca se dispara, para eso se “reservan” los lugares en Peskarija o Pila donde ya en tiempos de la República los ciudadanos practicaban con armas de fuego y cañones.
La larga y rica historia de los arcabuceros, atendiendo a los escritos históricos, alcanza el siglo XVI, cuando se menciona la hermandad de granaderos-cañoneros que tenía su sede en la iglesia de San Sebastián, al lado del monasterio Dominico que se encuentra en la entrada oriental de la ciudad. Los arcabuceros hoy en día indican, sin embargo, que la fecha de fundación es 1417. Los granaderos y los arcabuceros en Dubrovnik estuvieron activos hasta la I Guerra Mundial pero se prohibió su labor en el periodo austrohúngaro. En la vida pública de la ciudad están de nuevo presentes desde 1970 y especialmente fue sobrecogedora su ausencia, de una manera peculiar, en la fiesta de San Blas de 1992 cuando Dubrovnik se desangraba durante la guerra de independencia. Ese año no hubo disparos de arcabuz, ceremoniosos y orgullosos, sino que los arcabuceros en lugar de sus armas portaron ramas de olivo, desfilando dignamente en la procesión que celebra el día del protector de Dubrovnik, San Blas, con los demás creyentes que habían venido en peregrinación a la ciudad. De hecho, la fiesta de San Blas es la huella reconociblemente de mayor autenticidad de los arcabuceros de Dubronik con sus distribución organizada y precisa de disparos, los únicos que en la tradición de libertad y libertadora de esta pacífica ciudad dejan un rastro de pólvora tras de sí.

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Knez1